Eres repugnante y perfecta,
rastro de inmunda flor en invierno,
olor de guerra y país pobre,
pútrido enjambre de hombres,
afonía del dolor inquilino de mis sueños,
pesadillas reveladas en estigmas de mi piel,
pesadumbre de palabras clavadas en el intestino,
tormentos en la noche sin luna llena,
minutas escritas con sangre del cadáver frío,
heridas sangrantes que ya no duelen,
terreno de un amor inválido que ha resucitado.
para devorarte como perro hambriento,
con feroz demencia,
con insaciable lascivia.
(23.06.2007)
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